Diario de viaje: Pide un deseo

Penúltimo destino de nuestra ruta alternativa. Alternativa porque, para los que lo hayáis olvidado, la primera idea era ir a Japón. Pero a veces, cuando viajas con el Purgi, es normal que tengas que improvisar sobre la marcha. Es un genio, pero es gafe. (Purgi, una abraçada, company!) En breve espero escribir un post con todas las TONTERÍAS del viaje. Bueno, que me lío y me voy por las ramas. Llevo un párrafo escrito y aún no he dicho ni dónde estuvimos. Que por cierto, ¿dónde era? ¡Ah sí! Zion National Park.

Aún a riesgo de resultar pesado con tanto parque y tanta foto similar, no puedo evitar colgarlas. Pero como Zion quizás fue el parque que menos me impresionó voy a contaros la anécdota final. Nos adentramos en un camino entre las paredes verticales del cañón que discurría al lado del río. Más o menos una milla después, el sendero cruzaba el río y, debido al caudal, nos fue imposible continuar. Pero encontramos algo curioso.

«Torres» de piedras cubrían toda la playa. Unas más grandes, otras más pequeñas, pero miraras donde miraras había una. Dispuestos a no ser menos que los demás, hicimos nuestra propia «torre». Y este fue el resultado.

Creo que la piedra redonda de arriba le da cierta personalidad al parapeto, no creéis? Días después alguien me comentó que es típico poner piedras una encima de otras para pedir un deseo y que seguramente las que encontramos cumplían esta función. Nosotros como no sabíamos nada no pedimos ninguno. Así que si vais por Zion Park y llegáis a la playa de las piedras sabed que uno de los montones no tiene deseo asignado. ¿Alguien tiene un buen deseo?